Por: Carlos Navarro

-Iluminación Divina-

BOTÁNICO CURA A ENFERMOS DE CÁNCER Y DE SIDA

Desde tempranas horas de la mañana de ayer un sinnúmero de personas, hombres, mujeres y niños comenzaban a llegar a la calle 26 de Los Altos de Las Acacias, lugar donde se encontraba atendiendo el Médico Botánico bugabeño, Diomedes Ureña, mejor conocido como el botánico, que por designación divina, ha encontrado la cura del cáncer y del mortal SIDA.

Diomedes Ureña en el año de 1980, cuando tenía 35 años de edad, había sido desahuciado al detectársele un mortal cáncer que le carcomía sus entrañas, situación que llevó a un estado de desesperanza tal, que un día a las 5:00 tarde la tarde se arrodilló en el patio de su casa e invocando el nombre de nuestro Señor Jesucristo, tomó la determinación de adentrarse a las inmensidades de los bosques de tierras altas chiricanas a buscar y recolectar plantas silvestres que le sirvieran para un potaje.

El no tenía nada que perder pero aún, escribió una carta donde exponía que si moría por envenenamiento había sido por su propia voluntad en la búsqueda desesperada de una pócima que le salvara la vida. Y así fue; un día Diomedes se introdujo al bosque a recolectar sus plantas cuando una iluminación Divina lo guió y con mucha convicción, fe y certeza, Ureña recogió 12 tipos de plantas endémicas de la región y confeccionó su brebaje, que tomaría a diario hasta que el día menos pensado fue recobrando sus fuerzas y a la fecha de hoy Diomedes Ureña es un hombre sano y saludable que ha tenido el Don Divino de cura y salvar a sus semejantes de las garras de las enfermedades que muchas vidas han cobrado: el cáncer y el SIDA.

De acuerdo a lo relatado por el botánico Diomedes Ureña, esa iluminación Divina que lo llevó a confeccionar su brebaje de 12 plantas, silvestres y tropicales, lo han llevado a adentrarse más en la materia naturalista y a estudiar constantemente la medicina, sus avances y barreras, con el único propósito de ayudar al prójimo, ya que Dios ha dotado a la Madre Naturaleza de una infinidad de plantas, raíces, hojas y troncos para que encontremos en ella sus savias, cualidades y bondades para ponerlas al servicio de la humanidad en su lucha contra las enfermedades que le arrancan la vida al hombre y que al sol de hoy, por más tratamientos que se mediquen, los científicos y médicos no han podido combatir.

Yo, nos relato Diomedes, tengo un papel que jugar con la combinación de mis plantas y dar mi aporte a la humanidad, tampoco puedo revelarle el nombre de las mismas ni decir de la cual me dotó el Señor el día que me iluminó para que las seleccionara.

Dentro de la gran cantidad de personas que acudían a consultar sobre sus males, enfermedades y achaques, encontramos varios testimonios que reflejan el poder Divino a través de la efectividad de la pócima de Ureña. Encontramos los testimonios de la Sra. Sofía Guillén, quien por más de 9 años se trató su cáncer de mamas, en el Hospital Oncológico, pero la dieron por desahuciada, hasta que en 1990 pudo contactar en Bugaba-Concepción al Sr. Ureña, quien le recetó la toma y le salvo la vida.

Igualmente conocimos de los testimonios del Sr. Basilio Torbas, quien había sido desahuciado por cáncer en el páncreas y el hígado y el de los padres de la niña Vielka Guevara, a quien se le había diagnosticado cáncer linfático en el Hospital del Niño. Ambos pacientes recibieron el tratamiento a base de tomas, recetados por el botánico Ureña, y lograron su anhelada mejoría.

Finalmente relató su historia el ex jinete de la hípica nacional, Laurentino Medina, quien fue desahuciado por contraer el virus HIV que de el SIDA, enfermedad que le afectó su peso al extremo de no poder valerse por sí solo hasta que fue llevado al Sr. Ureña, quien le recomendó las tomas hasta que comenzó a sentirse mejor, ya podía caminar por sí mismo y su hemoglobina subió rápidamente.
Ejemplos como los que aquí hemos relatado sus motivos suficientes para que panameños y extranjeros recurran al botánico Ureña en búsqueda de la pócima Divina que erradica estos mortales males.

Diomedes Ureña, erudito en plantas silvestres y tropicales de gran poder curativo, ha dirigido su trabajo a salvar vidas humanas y curar todo tipo de males con su pócima o toma que receta en tres lugares del país; en su casa de Bugaba, Concepción, provincia de Chiriquí, en Arraiján y en el consultorio de los Altos de Las Acacias cada 15 días. Si usted lee este reportaje y padece de alguna de estas enfermedades, tenga la certeza, como la posible cura, puede usted encontrar con las plantas del botánico Diomedes Ureña, escogido por el Altísimo para curar los males que aterran al Mundo.